viernes, 28 de octubre de 2016

VLC - CDG . Emma Goldman

Con mi antipatía por los aviones es previsible que me niegue a ver ninguna película que esté relacionada con vuelos de ningún tipo. Y mucho menos de catástrofes aéreas. 

Vi los primeros dos minutos de la serie "Perdidos" y casi me da un soponcio. Tuve que apagar la televisión de manera inmediata. Durante meses. Porque anda que no dieron por el saco con la dichosa serie.

Me resistí durante mucho tiempo a ver "Los amantes pasajeros" de Pedro Almodóvar, hasta que me dijeron que no tenía nada que ver con accidentes, aunque no era del todo cierto. Hoy me ha venido a la cabeza mientras volaba hacia París. No me preguntéis por qué. No sé si ha sido por la imaginación del otro día de tener sexo en un avión, por la adoración que le tienen a Almodóvar en Francia o por qué motivo, el caso es que no he podido dejar de pensar en ella. 

¡Quiero unos azafatos como esos en mi vuelo algún día! (Sí, no me pega, soy así de contradictorio.)

Mirad, yo no soy crítico de cine, no sabría deciros si la película está bien o mal. Lo que sí sé deciros es que yo necesito tener la mente en otras cosas para volar y hoy me he imaginado que los azafatos del avión se ponían a bailar como locas, nunca mejor dicho, "I'm so excited". No sólo eso, me he imaginado haciendo de Carlos Areces, y eso que realmente me gustaría ser como Raúl Arévalo. (Yo físicamente me parezco más a Javier Cámara con pelo, como en la cinta). Vamos a hablar claro, todos quisiéramos ser el gracioso pero con el físico del guapo. Combinación perfecta.

Llevo la canción en el móvil y me la he puesto con el sistema de repetición. Una hora. (Sí, una y otra vez, soy así de obsesivo.)

Cada vez que pasaba algún azafato por mi lado, y han sido muchas veces, me lo imaginaba cogiendo una botella de agua y utilizándola a modo de micro mientras cantada. No sé por qué se me ha ido la cabeza de esa manera. Me han dado ganas de levantarme y ponerme a bailar. ¡A mí! ¡¡¡En un avión!!! ¡¡¡¡¡Y me ha dado la risa!!!!!

Hay cosas, que no sabemos por qué, te hacen desconectar de la realidad. A unos les pasa pensando en sexo, a otros en situaciones divertidas. A otros con ambas cosas, como es mi caso.

Entonces he caído en que hacía mucho tiempo que no bailaba. Demasiado tiempo. Y he empezado a sentir una profunda tristeza. ¿Cuándo fue la última vez que bailé? Creo que en un fiesta con una amiga. Recuerdo que llevaba un impresionante traje azul. Ella. Yo iba de negro impecable. Y me he sentido un poco más triste. Debería bailar todos los días.

Y entonces me ha venido a la cabeza una de las mejores frases que he escuchado en esta vida y que dijo Emma Goldman: "Si no puedo bailar, tu revolución no me interesa". Sí, es cierto, yo hace mucho tiempo que dejé de pensar en ser un revolucionario. Vivo absolutamente entregado a la rutina, a la comodidad, al sistema. Sin embargo, eso no debería ser motivo para no bailar todos los días. Todos y cada uno de los días. Sólo o en compañía. De pie frente al espejo o tumbado en el suelo. Hay tantas formas de bailar como posiciones tiene el cuerpo. 

Así que de la tristeza he pasado a la alegría. (Sí, así soy de inestable.) Y me he propuesto una cosa, una única cosa: bailar todos los días al menos diez minutos. He cogido la agenda y he escrito: "Bailar". Horario: De 21:00h. a 21:10h. Repetición: Todos los días. Acabar: Nunca.

¡Vale! No soy espontáneo, eso también es cierto, pero yo hoy he bailado. ¿Cuándo fue la última vez que tú lo hiciste?

Emma Goldman

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